20 de noviembre de 2010

A los hombres, enséñalos o sopórtalos.

No debe llevarnos a engaño el titulo, que a primera vista nos induce a pensar que solo existen dos clases de personas, las que saben y las que soportan a las que saben, sin embargo considero que cuando  Marco Aurelio en sus meditaciones escribía que: "Los hombres han nacido los unos para los otros. Por tanto, enséñalos o sopórtalos". Se refería ya entonces, a un concepto de participación ciudadana, en la vida pública y social de los ciudadanos, que de una manera mucho más amplia ha llegado hasta nuestro días.

Enseñar, podríamos traducirlo aquí por participar, por debatir, por hacer criticas, por oír las voces que nos contradicen, por entender que  no llevamos razón siempre, en definitiva, por escuchar algo más que el eco de nuestras palabras, y si somos capaces de esto y nuestros compañeros también lo son, estaremos creciendo en amplitud de miras, estaremos creyendo en la sociedad, estaremos creyendo en nosotros mismos y la sociedad creerá en nosotros.

Podemos llegar a pensar, que cuando nos convocan a una reunión, nuestra asistencia no es indispensable, que nuestra opinión no va a cambiar la postura de la mayoría, podemos incluso llegar a pensar, que nosotros sí tenemos la solución adecuada, pero que no se la vamos a contar a esta pandilla de "listillos", pero no nos engañemos, estamos solo pensando, porque la cruda realidad es, que si tú no participas, ellos hacen lo que quieren y tú, no haces más que soportarlos.