31 de mayo de 2011

Por el cambio

Para los comerciantes, el cambio, son las monedas que se devuelven al cliente una vez abonada la compra, para completar el dinero que este ha entregado al pagar su compra, "nene que te dejas el cambio", sería una frase peculiar de los tenderos; Sin embargo para los mecánicos, el cambio es una cosa muy diferente, es el engranaje mecánico que manejado por una palanca, nos permite cambiar la marcha del vehículo, "te as cargao el cambio de marchas", sería la sentencia del experto ante un ruido, que nos preocupaba.

Mas curioso, es el cambio con tintes políticos, propugnado siempre desde la oposición, en época de elecciones, para acceder al gobierno y ofrecido a sus votantes como la solución a los acuciantes problemas que de forma puntual les amenazan, mintiendo de esta manera y prostituyendo algo tan importante como el cambio político, confundiéndolo con un cambio de sillón, un "Quitate tú, que me ponga yo". Cuando el cambio político es, mucho más, es un cambio del sistema electoral, es la eliminación de la partitocracia, es aplicar la Democracia Real YA, es la separación del poder judicial, es permitir listas abiertas para que cualquier ciudadano pueda representarnos, es aumentar la participación ciudadana, es tener una prensa libre e independiente; en definitiva el cambio político, es la evolución y transformación de la sociedad desde un concepto amplio en el tiempo.

Estoy de acuerdo que es necesario un cambio, un cambio político, un cambio real, un cambio que surja de los ciudadanos, que nos aleje de la democracia representativa, para acercarnos a la democracia participativa, pero mientras tanto, prefiero quedarme con el cambio a un bebé, pues no hay nada mejor, que tu progenitor te ponga limpio y fresco, te cuide,  te mime y te ponga un poco de colonia fresca para que huelas bien, entonces, solo entonces, la pilila se endereza y haces un pipí que te deja muy satisfecho, y fíjate, que solo es por el cambio.

23 de mayo de 2011

Las Siglas gobernarán los Ayuntamientos


Poco han influido los candidatos de las listas presentadas, en estas elecciones de Mayo de 2011, tampoco parece que hayan influido el resto de los componentes de las candidaturas que arropando al candidato, ocupaban los puestos de salida en las listas municipales.

Poco deben de haber influido en la intención del voto, los programas electorales elaborados, durante semanas por los partidos que concurren a las elecciones y repartidos mediante buzoneo, casa por casa, ya que hemos visto durante la campaña electoral, como en el mismo rellano de la escalera, la persona que habría el buzón, elegía automáticamente, que programa electoral lo acompañaba a su casa y cual de ellos, quedaba en el suelo del edificio, a disposición de algún vecino deshubicado en esa portería.

Poco ha podido influir en los ganadores el trabajo realizado en la última legislatura, pues todos hemos podido oír por las calles e incluso a pie de urna: ¿quien es el candidato de este partido?, a lo que amablemente se le contesta: ese, ese... lo que demuestra que una gran mayoría de votantes desconocen al candidato incluso en un pueblo pequeño.

Poco, sería algo, el trabajo realizado, que haya podido influir, en las candidaturas que han perdido en las elecciones, pues es de perogrullo el reconocer que no ha servido para nada, por mucho que haya sido ese trabajo y se haya realizado de forma limpia, ya que no se ha visto reflejado en los resultados.

Poco, ha influido en los resultados electorales, las encuestas que se han ido vertiendo, encargadas por los propios partidos y por el CIS, durante la precampaña y la campaña electoral, pues poco ha variado el resultado, si comparamos las previsiones del mes de Marzo del 2011, con los resultados obtenidos el 22 de Mayo.

Se valora muy poco a las personas, a los candidatos y a su lista; se valora muy poco el trabajo, el realizado y el que está por hacerse; se valora poco o nada la honestidad (hay casos con candidatos implicados en causas de corrupción, que suben en votos).

Cada vez cobra más sentido, el articulo que publiqué el 13 de Marzo de 2011, y en el cual dije:

"Se hace necesario aumentar la participación ciudadana en las que  van a ser unas elecciones más en el proceso democrático, aparentemente consolidado en nuestro país, o por el contrario pueden ser unas elecciones menos antes del incipiente cambio en el sistema electoral en España, que desde muchos sectores de la sociedad se empieza a exigir a los partidos políticos".

La ilusión se pierde a la vista de estos valores, porque las personas deben estar por encima de todo y de todos los partidos, por ello, se hace más necesario que nunca una reforma electoral ya. Para que los ciudadanos gobiernen los Ayuntamientos, y así nunca, "las siglas gobernarán los Ayuntamientos".

19 de mayo de 2011

El voto que vota, sino es voto, no vota

Llegado el momento de depositar en la urna nuestro voto, la democracia nos ofrece el derecho, alcanzado y reivindicado por muchos durante mucho tiempo, de hacer valer nuestra opinión, mediante el ejercicio de la votación. Este derecho podemos ejercitarlo, introduciendo el voto en la urna: esto es votando; o no yendo a votar, es decir, abstenernos de votar.

No votar, o lo que es lo mismo, la abstención, significa dos cosas: que no hemos podido hacerlo, sea cual sea el motivo; o que no hemos querido hacerlo. Si el caso es este último, puede que se deba a dos motivos distintos: por un lado, la indiferencia hacia el hecho de votar; y por otro, la negativa a votar. Mostrar el rechazo al sistema electoral con la abstención, no es la mejor opción, pues queda diluida entre el resto de electores, y los políticos no llegan a conocer el número de personas disconformes con el sistema. Además, y no menos importante, esta opción no se ve reflejada en el reparto de escaños.

El voto nulo se produce: cuando el votante introduce en el sobre, más de una papeleta distinta entre sí; o cuando la papeleta introducida, tiene alguna marca, señal o escrito (sea este ofensivo o no); o también se considera voto nulo, aquel que se deposita en un sobre con una marca distinta al legalmente aceptado. El voto nulo no tiene repercusión a la hora de distribuir los escaños, y solamente se contabliza con el único objetivo de hacer cuadrar, el número de votos válidos más el número de votos nulos, con el número total de votos depositados en la urna.

El voto en blanco consiste en depositar el sobre de la votación totalmente vacío. Se utiliza para mostrar el deseo del votante de participar en el acto más relevante de la democracia, pero al mismo tiempo, rechazar el sistema electoral, o bien, mostrar su rechazo a todos los partidos que concurren a las elecciones en su circunscripción. Este voto en blanco sí afecta al resultado de las elecciones, en cuanto al reparto de escaños, pues al marcar la ley electoral un porcentaje mínimo de votos a un mismo partido,  para que éste sea tenido en cuenta en el reparto de escaños (el 3% de los votos válidos en las elecciones generales y el 5% de los votos válidos emitidos en las elecciones municipales), hace que la cifra mínima para obtener escaño, sea más alta, al contabilizarse en la suma de los votos válidos, los obtenidos por los distintos partidos que se presentan, más los votos emitidos en blanco.

El voto en blanco, debe pues considerarse, una opción más a la hora de votar, es una forma de mostrar el rechazo a lo establecido, pero desde dentro, desde la participación, no desde la abstención o el voto nulo, porque "el voto que vota, sino es voto, no vota".

15 de mayo de 2011

¿Puede un Gitano ser Alcalde?


Nunca un demócrata debe poner en duda, que la participación ciudadana se sostiene por las personas, sean aquellas, de la clase social que sean, de cualquier raza o religión, sin importar el lugar de nacimiento que hayan tenido. Considero importante que sepamos valorar a las personas, por lo que valen, y no, por lo que subjetivamente, pensemos nosotros que valen.

Por ello, un músico, un agricultor, un ingeniero, un ordenanza, una ama de casa o un gitano, pueden ser buenos alcaldes, siempre qué, como personas estén perfectamente preparadas para ocupar el cargo al que se presentan. A menudo, los electores nos dejamos llevar justo a la inversa, de lo que expresa mi titulo, y absurdamente admitimos, que una persona puede ser alcalde, porque es medico, profesor, abogado o arquitecto. Sin darnos cuenta que posiblemente, no esté preparado para realizar este trabajo.

Hagamos los experimentos con gaseosa, valoremos a las personas, valoremos su trayectoria, su valía, su trabajo y sobre todo su preparación para gobernar y administrar nuestros intereses públicos, durante los próximos cuatro años. Porque un alcalde tiene que gobernar por todos y para todos, por ello un Gitano, sí puede ser Alcalde, pero un Alcalde no puede ser un "gitano".