Tras la derrota en la Primera Guerra Mundial, Alemania sufrió un colapso económico y político. Durante los años veinte Alemania tubo un corto reinado de democracia liberal con la República de Weimar, pero el desastre económico y la reaccionaria clase de los junker, que aún conservaba cierto poder, lo echó todo por tierra. Tras la Primera Guerra Mundial, el tratado de Versalles impuso unas reparaciones económicas tan enormes que la economía alemana no las pudo afrontar.
Al final los aliados pasaron una factura de 132.000 millones de marcos de oro, y las tropas francesas se trasladaron cerca de Düsseldorf, Duisburgo y la región del Ruhr cuando el nuevo gobierno alemán comunicó que no podía pagarla. Sin embargo, tras establecerse un acuerdo, la economía comenzó a hundirse.
Como suele ocurrir con frecuencia, cuando una economía se derrumba, cae también su moneda: entre 1919 y 1921 la moneda alemana se devaluó desde 8,9 marcos por dólar estadounidense a 56, luego a 17.972 marcos por dólar a principios de 1923, hasta llegar a la increíble suma de 4,2 mil millones de marcos por dólar a finales de 1923. El aumento de la competitividad económica mundial tras la guerra fría influirá en los sistemas de estratificación de cada nación y en la posición de los trabajadores de todo el mundo. Por lo tanto, los trabajadores alemanes, temen que su eficiencia, sus capacidades y su dedicación a la empresa, que contribuyeron a lograr el "milagro económico alemán", puedan no ser suficientes para mantener su competitividad en una economía mundial con países como los Estados Unidos, que están recortando los salarios, las ayudas públicas y el numero de trabajadores.
Sin embargo, nada de esto sugiere que los trabajadores alemanes controlen la economía o que nunca se sientan amenazados por los cambios futuros de la economía y la política. De hecho están bastante preocupados. Uno de los asuntos que más preocupan es la presión que ejercen países con bajos salarios como Estados Unidos, México, España, etc. sobre las empresas alemanas.(Estratificación Social y Desigualdad. Harold R. Kerbo).
Según esta conclusión, a los trabajadores y a las empresas alemanas les interesan unos salarios altos en nuestro país y a nosotros también. ¿haber si va a ser falta de comunicación?
Breve referencia sobre la estratificación social en Alemania.
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