Los bancos del jardín del Rey D. Pedro han sido la tumba electoral del Partido Popular en Jumilla. Una legislatura marcada por la mayoría absoluta y la soberbia personal del alcalde Enrique Jiménez en sus actos, ha terminado por pasar factura al gobierno municipal. Comenzó la legislatura eliminando servicios públicos, con el argumento de una herencia recibida en números rojos, apagando luces por todo el pueblo, eliminando puestos de trabajo del propio ayuntamiento, suprimiendo gastos en los grupos políticos y rebajando el sueldo a los concejales de la oposición. Hubo recortes para los funcionarios, eliminación de pagas extras y reducción de las horas extraordinarias. Todo parecía indicar que la situación económica municipal no estaba bien y los ciudadanos empezaron a resignarse, pensando que no se podía hacer otra cosa.
Mas mal que bien, los Jumillanos hemos resistido cuatro años de inactividad municipal, con la economía mal trecha y el paro aumentando mes a mes, quejándonos con la boca pequeña, porque, como se decía desde el ayuntamiento, no había perras. Sin embargo, todo ha cambiado en los últimos meses, el ayuntamiento, se ha desbocado en una actividad frenética y gastadora, que hasta a los más progresistas asustaba.
Actos a troche y moche, actividades costosas para nuestras arcas municipales, inéditas en Jumilla y sin ningún viso de continuidad, buscando solo la foto.Acompañados de obras sin fuste, presupuestos improvisados, para dejar las cosas igual o peor que estaban (no recuerdo ninguna obra que esté mejor a día de hoy que cuando entraron los populares).
Este derroche repentino, no solo no ha pasado desapercibido para los ciudadanos, sino que más bien al contrario, ha demostrado la incapacidad previsora del gobierno para programar las obras, volviendo la tortilla en su contra. Han tirado por tierra todos sus argumentos de austeridad, demostrando ansias de gastar, ganas de aparentar ante el pueblo, que sabían hacer lo que se ha demostrado que no saben. El mejor ejemplo, la eliminación de los emblemáticos bancos del jardín, con azulejería del año 1940, y que se ha convertido en un error de manual para la historia política. A pocas personas se les puede ocurrir destruir este patrimonio artístico, histórico y sentimental del pueblo de Jumilla, pero hacerlo a tres días de las elecciones municipales, solo se le puede ocurrir a una. El tiempo juzgará.
Quiero felicitar a Juana Guardiola, por su victoria y al PSOE porque han hecho una campaña limpia, honesta y cercana a los vecinos, lo que les ha llevado a remontar las previsiones con las que comenzaron la campaña. También a mi juicio, se merece una felicitación la candidata electa ya, de IU los verdes, Ana Lopez y su equipo, pues con el viento en contra a nivel nacional, han sabido crear ilusión en Jumilla y aumentar su representación municipal.
A Ángel Abellán le agradezco su esfuerzo por la ciudadanía, sus 500 firmas para presentarse, las 6810 firmas para que no se privatice la basura, su viaje andando a Madrid por el empleo... el pueblo te lo reconocerá de alguna manera. El candidato de UPyD es una gran persona, lastima que haya jugado el partido a destiempo, y del candidato de Ciudadanos ya se lo han dicho todo ellos solos.
Termino con el alcalde en funciones, porque es el que se va, creo sinceramente que ha tirado a la basura, en esta legislatura, el regalo que los ciudadanos le hicieron en el 2011, prestándole más de dos mil votos de gente desencantada y que no ha sabido aprovechar, ha actuado con prepotencia y eso en política se paga. Creo que es la hora de que se marche, porque, no me queda la menor duda, que estas elecciones las ha perdido Enrique Jiménez.
¡Adíos Enrique!
Actos a troche y moche, actividades costosas para nuestras arcas municipales, inéditas en Jumilla y sin ningún viso de continuidad, buscando solo la foto.Acompañados de obras sin fuste, presupuestos improvisados, para dejar las cosas igual o peor que estaban (no recuerdo ninguna obra que esté mejor a día de hoy que cuando entraron los populares).
Este derroche repentino, no solo no ha pasado desapercibido para los ciudadanos, sino que más bien al contrario, ha demostrado la incapacidad previsora del gobierno para programar las obras, volviendo la tortilla en su contra. Han tirado por tierra todos sus argumentos de austeridad, demostrando ansias de gastar, ganas de aparentar ante el pueblo, que sabían hacer lo que se ha demostrado que no saben. El mejor ejemplo, la eliminación de los emblemáticos bancos del jardín, con azulejería del año 1940, y que se ha convertido en un error de manual para la historia política. A pocas personas se les puede ocurrir destruir este patrimonio artístico, histórico y sentimental del pueblo de Jumilla, pero hacerlo a tres días de las elecciones municipales, solo se le puede ocurrir a una. El tiempo juzgará.
Quiero felicitar a Juana Guardiola, por su victoria y al PSOE porque han hecho una campaña limpia, honesta y cercana a los vecinos, lo que les ha llevado a remontar las previsiones con las que comenzaron la campaña. También a mi juicio, se merece una felicitación la candidata electa ya, de IU los verdes, Ana Lopez y su equipo, pues con el viento en contra a nivel nacional, han sabido crear ilusión en Jumilla y aumentar su representación municipal.A Ángel Abellán le agradezco su esfuerzo por la ciudadanía, sus 500 firmas para presentarse, las 6810 firmas para que no se privatice la basura, su viaje andando a Madrid por el empleo... el pueblo te lo reconocerá de alguna manera. El candidato de UPyD es una gran persona, lastima que haya jugado el partido a destiempo, y del candidato de Ciudadanos ya se lo han dicho todo ellos solos.
Termino con el alcalde en funciones, porque es el que se va, creo sinceramente que ha tirado a la basura, en esta legislatura, el regalo que los ciudadanos le hicieron en el 2011, prestándole más de dos mil votos de gente desencantada y que no ha sabido aprovechar, ha actuado con prepotencia y eso en política se paga. Creo que es la hora de que se marche, porque, no me queda la menor duda, que estas elecciones las ha perdido Enrique Jiménez.
¡Adíos Enrique!
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