26 de diciembre de 2011

Ellos están cumpliendo, ellos están pagando

Los ancianos están cumpliendo, ellos están pagando. La residencia geriátrica villa Sofía de Jumilla, está amenazada con un inminente cierre de sus instalaciones, por el fiasco económico que ha supuesto la gestión de la empresa durante los últimos años, y eso, a pesar de la importante subvención que viene aportando la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia, además de las ayudas aportadas por parte del gobierno local y muy a pesar de las más que substanciosas cuotas que vienen abonando las personas mayores, que allí residen. Por todo ello, el diputado regional Francisco Abellán, ha solicitado a la Asamblea Regional, su intervención para evitar el cierre, (ver la noticia).

Al tiempo, la Universidad Nacional de Educación a Distancia, UNED, me solicita la elaboración de un trabajo sobre la incertidumbre del sistema de practicas, con el que procure dar respuesta a la pregunta: ¿Hasta qué punto la incertidumbre se ha convertido en una práctica a la que nos hemos adaptado, sin mirar ya al futuro? Fruto de este encargo, me decidí a entrevistar a una trabajadora del citado centro, con un perfil personal admirable, joven, separada, con dos hijos a su cargo y con más de seis meses sin cobrar el sueldo, pero que a pesar de todo ello sigue trabajando día a día, cuidando, aseando y dando de comer a personas mayores o discapacitados psíquicos.

Este, es un extracto de la entrevista, que obviamente, no está realizada con este fin, pero debido a su actualidad , considero importante reflejarla junto a la noticia, esperando que nos haga reflexionar, sobre hasta que punto, cada uno de nosotros, estamos dispuestos a hacer cosas por la sociedad:

 
I: Claro, tú tienes ahora mismo la incertidumbre de dejar desamparadas a personas con las que has estado trabajando y conviviendo mucho tiempo...
MC: Si, casi  cuatro años
I: Cuatro años... y por otro lado, te encuentras con la otra cara, que es la empresa la que no te responde...
MC: Eso es, pero yo estoy allí a pie  de cañón, aun sabiendo que que no voy a recibir nada, porque esque estamos ahí pensando si vamos a cobrar o no vamos a cobrar, sigo luchando porque los ancianos, no se lo merecen, ellos están cumpliendo, ellos están pagando.
I: Conseguirás muchas cosas eh…muchas cosas buenas, ¿sacarás de este trabajo?
MC: Sí, sacas cosas buenas, si, porque son personas mayores que no tienen familia, algunas no tienen familia y,  el estar tú con ellos, y hablar con ellos, ¡vamos! es que te tratan como a una hija, el estar bien con ellos, y hablar, ellos lo valoran mucho, siempre preguntan por ti...
I: Y tu crees, por lo que estas diciendo, tienes incertidumbre, porque se pueda cerrar el centro, por la situación económica que has comentado, ¿tú al final, te has acostumbrado a vivir con la incertidumbre?
MC: Pues ya me he acostumbrado…el pensar ¿lo cerrarán, no lo cerraran,…que pasará con estas personas, donde las llevarán? es…la angustia, es el día a día, ¡vale!, es por el dinero que lo necesitas para seguir viviendo pero piensas más por esas personas que llevan ya tiempo viviendo pero ¡no  se quieren ir ! quieren… ¡están tan acostumbradas a estar allí que no quieren irse a otra residencia! Entonces hay veces que te pones a pensar, madre mía que va a ser de esas personas, donde las llevaran, se adaptaran a  otro sitio...
"...estáis en un tesitura que es difícil de afrontar económicamente, muy difícil y humanamente tenéis un premio pendiente que es el premio de la sociedad..."

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